tumbado sobre una gran roca rumiando tranquilamente, el día había despertado húmedo por lo que sabíamos que el macho nos daría tiempo, cambiamos de zona para poder controlar mejor los machos y mientras se terminaron de tumbar todos preparamos la estrategia, Mark no les perdía de vista en ningún momento.

Empezamos la entrada lentamente, primero por un desnivel y después entre unos almendros, donde poco a poco nos acercamos hasta 175 metros,
el macho continuaba tumbado sobre las piedras, Mark estaba seguro que de allí mismo tenia al macho muerto, se apoyo en una rama y coloco el disparo en el lugar perfecto, el macho, herido de muerte, tras varios intentos se levanto y se desplomo unos metros más adelante.

De la sesión fotográfica quedaron varias instantáneas para el recuerdo, Mark sacó la piel entera al macho con un trabajo perfecto y envidiable, pocos son tan perfectos.

Terminamos de pasar el día tomando unas cervezas y escuchando infinidad de historias de Mark.

Quiero agradecer tanto a Mark Sullivan como a Santiago Escobedo su visita a nuestra zona de caza y desearles los mejores éxitos.

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